El mes de marzo llega al Teatre Auditori con la actuación del dramaturgo Rafael Álvarez “el Brujo”. El popular artista sorprenderá al público con el aclamado monólogo “Los Dioses y Dios”, un espectáculo que invitará a los asistentes a realizar un recorrido sorprendente, emocionante y cómico por las mitologías que han acompañado al ser humano en su búsqueda incesante de respuestas sobre el origen, el destino y el sentido de la vida. Inspirado libremente en la obra “Anfitrión” de Plauto, este monólogo combina humor, reflexión filosófica y una puesta en escena vibrante que conecta con las inquietudes del público actual.
En su relato, Rafael Álvarez explora cómo los antiguos griegos moldearon a sus dioses a imagen y semejanza del hombre, estableciendo una relación única entre lo humano y lo divino. A través de su característico estilo narrativo, «El Brujo» invita al espectador a disfrutar del arte como un medio para abordar las grandes preguntas existenciales y dilucidar el misterio de la vida a través de las metáforas y el teatro. La representación contará con música original compuesta e interpretada en directo por Javier Alejano, quien también ejerce como director musical. Los sonidos en escena acompañan los momentos líricos y cómicos, creando una atmósfera dinámica que intensifica las emociones del público.
Estrenado con éxito en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, «Los Dioses y Dios» ha recorrido los principales teatros de España, consolidándose como una obra imprescindible para los amantes del teatro.
“El Brujo” interpretará su monólogo el sábado 22 de marzo a las 19.00 horas, cuyas entradas están a la venta en vivaticket.es, en la taquilla del Teatre Auditori (lunes, miércoles y viernes de 17.00 a 20.00 horas, martes y jueves de 10.00 a 13.00 horas) y una hora antes del inicio del acto.
La programación cultural del primer trimestre de 2025 finalizará el domingo 30 de marzo con una obra de teatro sensorial dirigida a niños y niñas entre 1 y 5 años. La compañía Ñas Teatro interpretará “Caricias”, cuya actuación pretende ser una invitación a lo sensorial para desde ahí llegar al punto donde nace todo: las caricias de la madre como núcleo vital y forma de nutrición. A través de la simbología de la mariposa y de una forma alegórica, el público percibirá la evolución de la vida a través del ser que nace, su transformación, el vínculo con su madre, sus tres edades y los tres estados de la vida en que se van descubriendo las sutiles maneras de sentirse o de relacionarse con el entorno.