Tres piezas de Vilamuseu forman parte de la exposición “Ciudades de Luz. Ákra Leuké, Lucentum, Laqant” que alberga el MARQ

La edil de Patrimonio Histórico, Rosa Llorca, y el director de Vilamuseu, Antonio Espinosa, han asistido al acto de inauguración de esta nueva exposición temporal en el Museo Arqueológico de Alicante.

Fuente: Fuente propia
Concejalía: Patrimoni històric, Patrimonio histórico

Tres piezas clave de la exposición permanente de Vilamuseu forman parte de la muestra “Ciudades de Luz. Ákra Leuké, Lucentum, Laqant” que se ha inaugurado en el Museo Arqueológico de Alicante, MARQ. La muestra propone un recorrido temporal que describe la sucesión de ciudades antiguas en el paraje alicantino de La Albufereta. Estas tres piezas prestadas son clave para entender la historia de Allon, la ciudad romana de Villajoyosa, una de las 10 que hubo en la actual Comunitat Valenciana.

La primera pieza es un cazo ritual de bronce, o simpulum, que llegó con las tropas que construyeron un campamento militar junto a la ciudad íbera durante las Guerras Sertorianas (80-72 a.C.). Con capacidad para unos 1000 hombres, debió ser el campamento madre de guarniciones sertorianas de la costa, como la del Tossal de la Cala de Benidorm. Décadas después de la guerra, depositaron el cazo junto a las pertenencias de un difunto en una tumba del cementerio de Poble Nou, junto a la Vía Lucentina, calzada que unía Allon y Lucentum.

La segunda es la inscripción funeraria en mármol de Voconia Macedonia, procedente del cementerio de Casetes. Este cementerio discurría junto al histórico Camí del Peix, que condujo a los valles de Alcoy desde el s. VII a.C., en época fenicia, hasta el siglo XX, durante casi 3000 años. Por el tipo de letra, Macedonia falleció en la primera mitad del siglo III. Según nos cuenta su lápida, vivió 26 años y 7 meses. A su nombre de esclava, Macedonia, añadió el de la familia de su dueño (Voconius) cuando este le concedió la libertad. Como mujer libre, solo tenía derecho a dos nombres, no a tres como los hombres. La pieza es una bella mesita sepulcral con los bordes decorados y fue recuperada por José Payá en los años 50 en obras del paso a nivel del ferrocarril. Coincidiendo con el fallecimiento de Macedonia, el Imperio Romano sufría una de sus peores crisis (entre los años 235 y 284). Muchas ciudades y residencias señoriales (“villas”) fueron saqueadas y destruidas. La importante villa de Torre-la Cruz, junto al barrio de La Ermita, sufrió un incendio en esos años y, a finales del siglo III, se reedificó con lujosos pavimentos de mosaico, decoraciones pintadas y talladas en estuco y mármoles tallados, en paredes y techos.

La tercera pieza cedida al MARQ es un panel del mosaico del suelo de las termas privadas de esta villa. Era el panel que pisaban los bañistas al cruzar el umbral de la puerta del vestuario. Representa un estanque con peces, conchas, olas y plantas acuáticas, hechos con teselas de 18 tipos y colores diferentes de piedra y vidrio, entre ellas piedras semipreciosas como jaspes.

La edil de Patrimonio Histórico, Rosa Llorca, y el director de Vilamuseu, Antonio Espinosa, han asistido al acto de inauguración de la exposición, que estará abierta hasta el mes de mayo. “Ciudades de Luz. Ákra Leuké, Lucentum, Laqant” gira en torno al yacimiento del Tossal de Manises y los diferentes momentos de ocupación, investigación, restauración y puesta en valor del yacimiento. Es una exposición temporal de producción propia y cuenta con la colaboración de 30 entidades culturales españolas, entre museos, archivos y fundaciones, entre los cuales Vilamuseu, para contextualizar diferentes momentos de la vida cotidiana de esa ciudad vecina de Allon.

El Ayuntamiento de Villajoyosa y el Museo Arqueológico de Alicante, MARQ, han acordado la cesión temporal de estas tres piezas romanas singulares de los fondos de Vilamuseu, autorizada por la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Generalitat Valenciana.

Compartir:

Noticias relacionadas